Lo que compramos no es el fin, sino el medio para llegar al fin, por lo que no podemos basar nuestras técnicas de venta en los productos o servicios, sino en lo que estos suponen para los compradores. Tenemos que saber qué estados mentales buscan conseguir comprando nuestros productos: seguridad, confianza en sí mismos, belleza, la falsa inmortalidad, juventud.
Nuestra mayor obsesión inconsciente es vivir más; todos vivimos con la sensación de la falsa inmortalidad, pensamos que vamos a vivir siempre, aunque en el fondo sabemos que tenemos fecha de caducidad. Por eso todo lo que hacemos y compramos las personas normalmente es para ganar tiempo.
Irremediablemente vivimos pensando en el pasado, marcados por él, y pensando en el futuro, qué es lo que va a pasar. Sin embargo, nos estamos olvidando de vivir el presente, que es lo que realmente tenemos: el aquí y el ahora. Por esto compramos futuro, porque todas nuestras expectativas y anhelos están puestos en el futuro. Entendiendo esto podemos comprender mejor las mentes de los compradores y basar nuestra venta en proporcionarles un futuro mejor.
Vendamos tiempo. Vendamos futuro.