De todos es conocida la gran habilidad de los judíos para la venta y los negocios a través de los siglos, lo que les ha llevado a dominar la economía y a ser uno de los pueblos más ricos y potentes del mundo. Pueblo perseguido durante toda la historia por su religión. Fueron prestamistas, se dedicaban a las finanzas y a la banca cuando nadie quería hacerlo por prohibiciones religiosas. Eran los que ocupaban las profesiones de estudio: banqueros, médicos, profesores, abogados…
No vamos a profundizar en su historia en este post, pero sí vamos a extraer las mejores enseñanzas que nos pueden transmitir sus principios, su fortaleza y determinación para aplicarlas a las neuroventas. Lo que ha hecho y hace especial a los judíos en las ventas y en los negocios son tres puntos principales:
- Religión/ética en los negocios: El judaísmo otorga suprema importancia al valor del comportamiento ético, específicamente en las relaciones comerciales. Ante el desafío de la competencia comercial, la persona debe manejar sus negocios con honestidad. Deben ser hombres de palabra bajo cualquier circunstancia.
- Esfuerzo considerable: «Todos y cada uno de los judíos deben esforzarse por llegar a ser tan grandes como Moisés», Maimónides, Leyes de Teshuvá 5: 2. Para ellos el potencial de grandeza es ilimitado. Independientemente de sus limitaciones mortales, con esfuerzo y trabajo duro podemos alcanzar el éxito, y es una obligación intentarlo. Como neurovendedor, asegúrate de dar siempre el máximo, no de llegar solo a tu objetivo
- Habilidad heurística: La heurística es el arte de resolver problemas con enfoques distintos, novedosos e incluso en un principio descabellados. Hay que resolver problemas haciendo cosas diferentes, salirse del círculo, y en esto los judíos han sido siempre muy aventajados.
Los judíos, por el mero hecho de serlo y saber todo el mundo que se guían por sus principios éticos y religiosos, tienen ganada la confianza del mercado y de los compradores, que dan por hecho: «Es judío, no nos va a engañar. Son personas justas y de bien». Sus palabras les preceden. Como a los judíos en los negocios, nos tiene que preceder nuestra buena fama, principios y buen hacer. Esto corre como la espuma, al igual que lo contrario. Trabajemos la confianza y la coherencia, pero sobre todos seamos fieles a nuestras palabras.
«Los judíos y la heurística: la importancia de la coherencia en la venta.»